El gemelo solitario (Peter Bourquin y Carmen Cortés)

 

Los autores, terapeutas de enfoque humanista y sistémico que residen en Barcelona, tratan en estas páginas un asunto muy concreto que por estadística puede afectar al diez por ciento de la población (si bien otra cosa es que lo sepan o que se abran a la posibilidad): la existencia de un gemelo evanescente, es decir, que durante el embarazo hubiera un gemelo o mellizo que, bien en el parto o durante la gestación, no continuase con vida. Muy a menudo esto sucede en las primeras semanas o meses, por lo que ni los médicos ni los padres lo llegan a saber; pero el feto guarda un recuerdo emocional del hecho y arrastra ese sentimiento de pérdida tras el nacimiento y en su vida posterior. 
Si he mencionado que hay que estar predispuesto a una lectura como ésta es porque, salvo quienes tengan unas creencias religiosas férreas, en general tenemos la idea de que un feto, particularmente en los primeros meses de la gestación, es poco más que una cosa medio en formación que no se entera de nada. Los primeros capítulos, dedicados a lo prosaico y biológico, ofrecen relatos de médicos que van en una dirección bastante opuesta a la que he señalado. Por otro lado, vivimos en una sociedad en la que lo que se valora es lo racional (la memoria, la organización, el consciente), mientras que el inconsciente y lo emocional pueden llegar a considerarse ñoñadas, divagaciones de psicólogo venido a menos. 
Entre otras cosas, se resaltan relatos de decenas de personas que, a raíz de haber descubierto que habían tenido un gemelo -o mellizo, o trillizo, o...- mediante la información proporcionada por alguna herramienta terapéutica (constelación familiar, reconexión con memorias prenatales, etc.), y pudiéndolo o no comprobar posteriormente con la información de la familia o médica, hablan de buscar a alguien similar durante toda la vida, tratar de encontrarlo en una pareja y sentirse desencantado, vivir con poca energía, tener una sensación eterna de poca conexión con el entorno y los demás... 
Es de los primeros y los pocos libros escritos en español que abordan este tema. Si llega el momento en que pueda interesarte, te merecerá mucho la pena leerlo. 

Un tributo a la tierra (Joe Sacco)

Título original: Paying the land.

Este autor de cómics maltés ofrece aquí un relato gráfico de notabilísima calidad que muestra la vida tradicional de los denes, grupos del noroeste de Canadá que vive desde tiempos inmemoriales en y gracias a la tierra y los animales de ese hábitat. Para ello contactó con personas de allí y viajó para conocerlas de primera mano.
En un formato de tapa dura, cada página contiene ilustraciones en blanco y negro que ocupan, cada una de ellas, casi la página completa o el total incluso, por lo que ofrecen con frecuencia muchos detalles, diversos personajes y, en definitiva, escenas grupales. Esto permite mostrar el estilo de vida de estos pueblos a la perfección y sumergirse de pleno en su día a día. También hay mucho texto y explicaciones, de modo que el cómic, de más de doscientas cincuenta páginas, lleva más tiempo del que parece en un principio.
Conforme avanza el relato se llega, desgraciada e inevitablemente, a la incursión del gobierno canadiense y de la Iglesia católica, que afecta a los denes de modo absoluto, promueve la explotación de sus tierras (fundamentalmente para extracción de gas y minerales), obliga a las familias a llevar a sus hijos a internados católicos y consigue, poco a poco, que la realidad sea distinta para ellos. Asistiremos al aumento exponencial de malos tratos y de adicciones en estos poblados, a la sensación de desorientación existencial al tratar de vivir a medio camino entre la vida tradicional y la más occidentalizada.

En la parte final, que por cronología representa la realidad más reciente, algunos de los denes que, a pesar de haber estudiado fuera de sus tierras, han conseguido mantener el contacto con sus padres y abuelos y conocen los registros de ambos lados, muestran interés en continuar de algún modo la riqueza dene, su estilo de vida, y a hacer valer su derecho a que esas tierras les sigan perteneciendo.
Una lectura muy recomendable, especial, necesaria y que rebosa contenido y trascendencia.

 

Los cuatro acuerdos (Miguel Ruiz)

 

Título original: The four agreements.

El autor, nacido en una familia de sanadores, explica con claridad y mediante una estructura clara los cuatro acuerdos fundamentales para conseguir ser feliz y encontrarse en paz. Tras describir el sueño del planeta, en el que nos hallamos, y que facilita que nos encontremos como víctima y verdugo de nosotros mismos, menciona en primer lugar ser impecable con nuestras propias palabras, para destacar la importancia de las palabras que nos dicen y que nos decimos. A continuación, como segundo acuerdo habla de no tomarse nada personalmente, haciendo referencia, entre otros aspectos, al hecho de que las ideas y opiniones de los demás son un reflejo de sus puntos de vista y de sus miedos, no de las tuyos. En tercer lugar sugiere no hacer suposiciones, pues tendemos a imaginar, a predecir, a no preguntar, y eso nos lleva a preocuparnos innecesariamente y a notables malentendidos. Finalmente, para potenciar los tres acuerdos citados, señala el hacer siempre lo máximo que se pueda, de modo que, consigamos o no las metas propuestas, sentiremos la libertad y la paz de haber dado todo lo que podíamos ofrecer según nos encontrábamos en cada momento y en cada día. 
También sugiere trabajar sobre los miedos que hemos arrastrado a lo largo de la vida y hacerlo con una actitud atenta y activa. 
Unas páginas reflexivas que acercan una propuesta para lidiar con las inquietudes y malestares cotidianos más extendidos.

Demanda infalible (Scott Turow)

Título original: Personal injuries.

El autor ha sido profesor de literatura y además estudió Derecho, hasta llegó a ser fiscal. De modo que sorprende poco que escribiese esta novela en la que la historia se desarrolla entre abogados, fiscales y jueces. 
Todo comienza cuando Robert Weaver busca abogado y recurre a George Martin, quien además ejerce de narrador de la historia y testigo de un fragmento importante de todo lo sucedido. El propio Weaver es también abogado y se descubre que junto con su socio Mort ha estado estafando a Hacienda y sobornando a jueces para obtener beneficios a través de sus éxitos. Pero no se trata de un caso que, ya solamente con eso, prometa tener repercusión: además de eso, hasta el presidente de la división judicial del lugar está implicado, y se escuda en otros jueces y alguaciles para dirigir el entramado mafioso. Ha sido nada menos que el fiscal quien ha descubierto todo, así que hasta entra en juego el FBI para, entre todos, tratar de conseguir pruebas y lograr llevar a juicio a los implicados. Se pedirá al propio Weaver que prosiga con sus sobornos para, mediante micrófonos ocultos y seguimientos, conseguir el objetivo propuesto.

Se trata, por tanto, de una historia de espionaje interno, de idas y venidas, de tensión, a veces hasta de peligro de la propia vida de algunos de los personajes, donde entran la ley, el Derecho, las trampas, las solicitudes a jueces para instalar sistemas de escucha a los sospechosos, y un largo etcétera de triquiñuelas sumamente creíbles. 
La única pega que le encuentro es que para contar una historia así el autor se sirve de una cantidad importante de personajes, a lo cual cabe sumar el hecho de que a veces se refiere a ellos por el apellido, otras por el nombre e incluso en ocasiones por un apodo; por lo cual, me llevó bastante tiempo no perderme demasiado y seguir suficientemente la trama. Más allá de este aspecto, está bien escrita y llevada, con el objetivo simple de entretener y atrapar nuestro interés.
El motivo por el que llegó a mis manos es que recordé otra novela de este escritor que en su momento comenté, Las leyes de nuestros padres, en la que también había una historia cercana a la justicia y la abogacía pero quizá con un matiz de reflexión y de cierta trascendencia que en Demanda infalible no se encuentra.

 

El don de la sensibilidad (Elaine Aron)

Título original: The highly sensitive person.

La autora, persona altamente sensible, formada en el Instituto Jung y máster en psicología clínica, analiza en estas páginas qué características tienden a reunir las personas catalogadas tal como se indica en el título del libro. De hecho, al poco de comenzar la lectura uno puede encontrarse un test (no científico pero basado en sus múltiples entrevistas con personas PAS) para averiguar en qué medida cabe calificarse como tal. Por citar algunas, se señalan "Tengo la sensación de ser consciente de cosas muy sutiles en mi entorno", "En días ajetreados suelo tener necesidad de retirarme a un lugar con intimidad", "Los ruidos fuertes me hacen sentir incómodo", "Suelo evitar las películas violentas y los shows televisivos", "De niño me solían ver como una persona sensible o tímida", etc.

Uno de los objetivos de Aron es que el lector, si se siente identificado total o parcialmente como PAS, recuerde aspectos de su vida para reestructurarlos o redefinirlos a la luz de los rasgos que se explican: la infancia, la adolescencia, la salud, el estilo de vida, las relaciones íntimas... En definitiva, se señalan los lados más positivos y más negativos que suele conllevar ser altamente sensible, se reitera la necesidad de actuar pedagógicamente con quienes no lo son para que no lo consideren una especie de defecto, síndrome o delicadeza rara, y se da un abanico de aspectos, situaciones y contextos en que tener esta sensibilidad aporta algo valioso a los demás, a la sociedad, al entorno laboral y prácticamente en cualquier contexto.
Cabe señalar que en la biblioteca donde lo tomé prestado me indicaron la sorprendente frecuencia con que este libro es solicitado, en ella y desde bibliotecas de otras localidades. 

 

Meditación (Brian Weiss)

Título original: Meditation.

Me sorprende que este libro fuese publicado en 2002. Ofrece algunas reflexiones acerca de qué es la meditación y cómo nos puede beneficiar. El caso es que no llega a las cien páginas, con una letra grande y mucha decoración, en la que las ideas que se muestran son bastante elementales y hoy día pueden encontrarse fácilmente por internet en muchos vídeos. Creo simplemente que, debido a la tecnología, este título ha envejecido mal.

Viene acompañado de un cd en el que Weiss guía una meditación. Desconozco si él habla español, pero su manera de hablar resultaba tremendamente guiri y no me quedó claro si estaba leyendo sin entender lo que decía. Y de todos modos, para poner la guinda, mi reproductor decidió que pasados unos minutos comenzaría a leer el cd con interferencias, así que ni siquiera me dio tiempo a concentrarme medianamente. 
Recomiendo, por tanto, no dedicar tiempo a estas páginas. Se trata, sin embargo, de un psiquiatra e hipnoterapeuta que ha escrito célebres libros a los que sugiero con entusiasmo acercarse. 

 

La ley del Hueso (Russell Banks)

 

Título original: Rule of the Bone.

Este escritor norteamericano, fallecido en 2023 y a quien desconocía, ha sido traducido a veinte idiomas y algunas de sus novelas han sido exitosamente llevadas al cine. 
Me niego a señalar aquí si este libro que acabo de leer está bien escrito o no. Lo digo porque durante su lectura se ha dado el curioso hecho de que he experimentado a ratos cierta pereza para ponerme a leer (sin que eso tuviese nada que ver con la novela en sí, sino más bien con un momento de motivación lectora intermedia o dubitativa) combinada con otros días en los que, sobre todo superada la mitad del libro, me apetecía seguir adelante porque estaba totalmente enfrascado en la historia. 

El protagonista y narrador es Chappie, un adolescente que vive en una ciudad provinciana de Estados Unidos, que está poco motivado para sacar adelante sus estudios, fuma de todo para evadirse y tiene una situación familiar en casa bastante compleja tanto con su padrastro como con su madre. Nada más comenzar a contar su historia ya advierte de que siente que todo lo que le sucedió fue eso, acontecimientos que le sobrevinieron y respecto a los cuales no siente mayor mérito, o no más del que humildemente desea explicar. 
La manera en que Banks pone en boca de Chappie (que más adelante se hace llamar Hueso) sus vivencias es estupenda, pues le hace expresarse de un modo natural y creíble para alguien de su edad. Nos presenta cómo el chaval hace para sobrevivir, para no dejarse ahogar por su familia, para tener un círculo de amistad en el que sentirse integrado. Las palabras del chico nos mostrarán esa manera tan peculiar de transcurrir el tiempo que se da cuando uno quiere no sufrir, compartir, carece de obligaciones urgentes -ya que no estudia, no trabaja, simplemente trastea con pequeñas ventas de hierba-, y cómo sin quererlo ese entorno relativamente controlado se ve modificado por las circunstancias. Poco a poco cambiarán los escenarios en los que hace su vida, las personas que conoce, y se acercará un poco más a quien verdaderamente es. 
No se trata en absoluto de una historia de crecimiento personal tal como ese calificativo se usa en la actualidad, pero sí que contiene, y de modo protagónico, una evolución casi espiritual de Chappie/Hueso que hace que estas páginas no sean solamente una compilación cronológica de los hechos que conforman su devenir durante esa temporada de la adolescencia. 
Como decía antes, cuando se activaba mi estado poco lector la novela ni me encantaba ni me aburría; cuando retomaba más ganas de leer, me iba agradando progresivamente. Y finalmente, en parte animado por ese crecimiento interior al que se asiste, y por algunos de los estupendos personajes con que se topa y hace amistad, que crean una atmósfera de bondad y de maravillosa camaradería, conseguí entrar plenamente en la vida de Hueso y sentí tener que asumir que, de repente, las páginas se terminaban. 

Baños Pleamar (Isaac Sánchez)

Si bien tengo la sensación de que ya he leído otros cómics con planteamientos similares, este título me ha parecido interesante; a riesgo de aburrir, repetiré una vez más que el hecho de contar una historia mediante dibujos, con unos colores determinados, y en definitiva sirviéndose de todos los recursos que el medio permite, le da un aire diferente al que pudiera tener narrado de otro modo. Y ese aire tiende a ser especial y entrañable.
El autor nos cuenta, por supuesto de modo autobiográfico, una temporada de su infancia en el local que da título al cómic, donde su familia se ganaba la vida, vivía y compartía su tiempo. De vez en cuando podemos ver alguna fotografía real de aquellos años, lo cual añade un plus de nostalgia y un realismo que llega al corazón. A través del niño que él era conoceremos el local, a sus padres, sus hermanos, algunos clientes y en general la atmósfera que se respiraba en la Badalona de aquellos años noventa. 
En definitiva, nos acercamos a esas personas y a la misma sensación que si observásemos por primera vez a amigos y familiares quizá ya fallecidos hablando y riendo en un vídeo antiguo.
 

 

Naciste para disfrutar (Rut Nieves)

La autora -que debe de ser un superventas desde hace unos años, porque ha escrito una trilogía de temática similar además de este título- habla en estas no pocas páginas de cómo vivir nuestras relaciones de pareja, de cómo abandonar una relación que no funciona, de aprender a ser conscientes de nuestras necesidades, diálogos internos, sostenimiento de creencias extendidas... En definitiva, pone el foco en múltiples aspectos, desde sexuales hasta afectivos o espirituales, para que el lector pueda reflexionar profundamente acerca de qué modo puede desarrollar una mejor responsabilidad sobre su modo de pensar, sentir y hacer, y llevarlo a cabo con coherencia y desde el respeto a sí mismo. 

Si lo que se lee en la portada te llama la atención, es medianamente probable que el contenido te pueda interesar. Está escrito de un modo bastante ameno, además -al menos en esta edición de tapa dura- con letra de buen tamaño, variada, a veces con colores y en diferentes estilos, y apela tanto a cuestiones más cercanas a lo psicológico como a otras más sexuales o espirituales, de modo que leeremos tanto de sequedad vaginal como de dependencia emocional o de técnicas estilo Thetahealing. 
Este tipo de libros me producen a menudo dos sensaciones opuestas. Por una parte, se leen bien, transmiten buenas ideas y optimismo, son muy sugerentes; por otra, abren tantos campos y ofrecen tantas ideas que, más allá de invitar y hacerlo con alegría, siempre me provocan cierto escepticismo sobre hasta qué punto tanta información y tanta propuesta pueda en la práctica movilizar al lector. 
En cualquier caso, tomé una sugerencia que Nieves lanza en uno de los primeros capítulos: observar lo que la lectura te hace sentir. Con esa idea, he querido dejarme llevar por las numerosas invitaciones basadas en su experiencia personal, abrirme a reflexionar o recordar mediante las puertas que propone abrir y recoger alguna semilla prometedora para mi día a día. Al fin y al cabo, se trata de disfrutar del texto más desde el corazón, no tanto desde el análisis, y en definitiva de aplicar esa autoescucha a lo que vivimos de modo cotidiano, también en nuestras relaciones personales.  

 

El club del crimen de los jueves (Richard Osman)

 

Título original: The Thursday Murder Club.

Un grupo de jubilados de más de setenta años viven en la comunidad Coopers Chase, en un entorno agradable. Una de las actividades programadas, si bien con un nombre que no apela a su contenido verdadero, es El Club del Crimen, en el que algunos ya amigos se reúnen para compartir fotografías de crímenes, información diversa, y tratar de averiguar qué pudo suceder en tales casos sin resolver. Poco a poco el lector podrá ir descubriendo que los miembros de este peculiar grupo, que tuvieron profesiones muy distintas que no en pocas ocasiones les ayudan a elaborar hipótesis acertadas, resulta bastante bueno en esta afición. Y pocas páginas después de comenzar el libro, asistiremos a un crimen real que les pondrá en marcha a todos. 
Adquirí este título a precio barato hace unos meses, pues sentí que probablemente se tratase de un libro entretenido con el que pasar el rato, dejarme atrapar por una historia de misterio y disfrutar de algo de intriga. Más o menos así ha sido, y no descarto en un futuro leer algún título más que muestra otra aventura de estos mayores detectives amateur. Eso sí, son más de cuatrocientas cincuenta páginas y me ha costado que la historia me cautivase, creo que por dos motivos. El primero, porque los capítulos son cortísimos y, aunque a veces eso crea el efecto de querer leer otro y otro y otro, en este caso me interrumpía la magia, en parte también porque en cada capítulo se prestaba atención a otro personaje diferente y me impedía centrarme. Y el segundo, porque conforme la historia ya está avanzada, si bien hay algunos giros o sorpresas, todo se complica y la explicación de todo lo sucedido termina siendo algo farragosa, apelando a no pocos personajes y, si bien voy a exagerar un poco, algunas veces haberme hecho un pequeño diagrama con todos los que aparecen no me habría ido mal. Suelo preferir las historias que se siguen con más facilidad. La resolución me ha parecido correcta, no particularmente llamativa. 
En cualquier caso, resulta muy simpático ver cómo los investigadores jubilados hacen avanzar sus pesquisas, casi siempre acertadamente, y logran a veces más progresos que los policías encargados del caso.

Felicidad que permanece (Bert Hellinger)

Título original: Glück, das bleibt.

Si bien habría que matizarlo, se suele considerar al autor de este libro, Bert Hellinger, como el creador de las constelaciones familiares. Éstas son una terapia que parte de la base de que es posible adquirir creencias y patrones inconscientes relativos a nuestro árbol familiar, lo cual puede interferir en nuestra realización y bienestar.

Hellinger habla en estas páginas de algunas de las ideas que subyacen a las constelaciones, y muestra algunos ejemplos de intervenciones sistémicas suyas. Se trata, en todo caso, de un texto ante todo teórico, no directamente destinado a profundizar y conocer explícitamente el desarrollo y funcionamiento de una constelación. 

Tanto las ideas que explica como la propia terapia de constelaciones pueden resultar extrañas para quien no las conozca, pues el inconsciente tiene una lógica muy peculiar que, por definición, nos está velada para ayudarnos a sobrevivir.

 

La costumbre ensordece (Miguel A. Delgado)

 

Este libro, que resulta bastante curioso en su contenido, también lo es en su forma o planteamiento. Cada capítulo lleva el título de, por orden, un momento del día: Abrir los ojos, Apagar el despertador, Desayunar... así hasta que llegamos al último, que es Volver a dormirse. En cada capítulo se cuenta, con afán divulgativo, qué se esconde tras cada uno de esos momentos. Por ejemplo, si hay que llevar a las hijas al colegio, leeremos acerca de los medios de transporte, de cómo han sido diseñadas las ciudades a lo largo de la historia, de por qué se crearon las autovías, etc. En definitiva, el objetivo es conocer más acerca de aquellas cuestiones directamente relacionadas con momentos cotidianos de la vida diaria. 

Se lee agradablemente, los capítulos son en general cortitos y entretenidos, y se aprende. Una propuesta amable y simpática para que el lector que, por ejemplo, solamente se acerca a la ficción y a la novela encuentre placer también en unas páginas que ayudan a comprender mejor el porqué de nuestro familiar presente. 

Dios vuelve en una Harley (Joan Brady)

Título original: God on a Harley.

La autora, que ganó fama con esta su primera novela, presenta como protagonista a Christine, una mujer de mediana edad divorciada que está poco feliz con su trabajo, su aspecto físico, su vida sentimental pasada y otros detalles de su vida. 
Un día se topará con Joe, un intrigante y atractivo hombre que resulta ser nada menos que lo que comúnmente llamamos Dios, y que poco a poco la guiará en una autoobservación y un diálogo a lo largo de varios meses. Ella tratará de que los mandamientos que Joe le propone, mandamientos personalizados, provoquen cambios visibles en su vida.

A pesar de que el planteamiento contiene a un personaje cristiano y el desarrollo es previsible, edulcorado y conservador, se trata de una de esas historias que se leen agradablemente, que transmiten optimismo y que invitan al lector a revisar el camino vital propio. Son además no muchas páginas, así que si te llama la atención, pueden resultarte unas páginas interesantes y motivadoras.

 

Maricas malas (Christo Casas)

 

A veces tengo la costumbre de irme a comer o a cenar solo, y a alargar artificialmente el rato que paso a la mesa mediante refresco infinito que viene dentro de la oferta del restaurante y lectura que me llevo. En una de esas ocasiones me di cuenta de que me había olvidado el libro en casa, y adquirí improvisadamente dos títulos en una librería, uno de ellos éste. 
Se trata de un ensayo que, aunque toma como punto de partida el colectivo lgtbi y sus reivindicaciones, trata de ir más allá. Propone tomar consciencia de las limitaciones de lo homosexual, de lo gay y de lo queer, y reivindica lo maricón como propuesta para percibir que muchas de las demandas que, según nos autoclasificamos, una feminista, un discapacitado o un maricón aspiran a conseguir pueden y deben estar relacionadas y trabajarse en solidaridad unos con otros. Se sugiere un análisis profundo del matrimonio, del trabajo, de los cuidados, de la crianza y de múltiples aspectos más que permitan desmontar nuestras vidas tal como están organizadas estructuralmente y trascender las limitaciones y pena que acarrean para nuestra vida diaria. 

Conforme leía estas páginas observaba que me encuentro a cierta distancia de lo que Casas propone y considera, pues a veces me parecía demasiado intenso o utópico. Sin embargo, conforme he ido llegando al último cuarto del libro, que es más rico en ejemplos, menos teórico quizá y más directo, me ha motivado mucho más su mensaje. La verdad es que es una lectura que me ha hecho un pequeño clic, que me invita a profundizar más en estos temas, que sugiero a otros lectores potenciales (dejando claro que éste no es un libro para maricones solamente, como bien justifica el autor incansablemente) y que nos permite reflexionar sobre cuestiones que quizá no nos planteamos nunca. Ojo, es un libro a veces teórico y denso, de los que obligan a releer ciertas páginas o párrafos. Pero seguro que es buena idea dejar de abobarte ante la pantalla de turno y leer...

La araña del olvido (Enrique Bonet)

 

"En 1955, un escritor norteamericano llegó a Granada para intentar esclarecer el asesinato de Federico García Lorca, un crimen de resonancia internacional que el régimen de Franco había intentado ocultar bajo un muro de silencio. La araña del olvido está basada en la peripecia real de este hombre, Agustín Penón...". Así comienza el texto de la contraportada de este tebeo, que no copio íntegramente porque cuenta detalles que es preferible descubrir durante la lectura. Enrique Bonet ha indagado con rigurosidad en títulos de investigación sobre este asunto con el objetivo de reflejar, como decía el texto citado, cómo el escritor indagó durante años acerca de lo ocurrido con el querido poeta y cómo lo transformó para acercarlo a los potenciales lectores. 
Son más de ciento sesenta páginas, con texto y diálogos abundantes que convierten la lectura en algo más trabajoso de lo que a priori uno espera entre tanta viñeta, en los que indudablemente se logra entrar de pleno en la asfixiante atmósfera que muchos vivían durante el franquismo. Silencios, conversaciones a escondidas, riesgo de ser encarcelado por motivos muy discutibles... todo queda reflejado, hasta el punto de que el propio Penón, a pesar de no vivir en España, se ve envuelto por esa real sensación de agobio y peligro en la Granada y el Madrid de aquellos momentos.

Si bien como lectura me ha resultado un poco lineal, pues al final lo que encontramos es simplemente justo lo dicho, diálogos con personas de todos los bandos y nueva información que el escritor anota y memoriza, una vez más aplaudo que un producto literario posea contenido, fuerza, y que en definitiva difícilmente deje al lector indiferente. 
El medio no es inocente, y contemplar este horrible mundo en blanco y negro, en viñeta y con pausa, aporta algo diferente a observarlo y conocerlo mediante otros medios. 

Iacobus (Matilde Asensi)

 

La conocida escritora nos cuenta en estas páginas unos años de la vida de Galcerán de Born, monje de una orden militar cuya vida comienza a alterarse desde que el papa Juan XXII le envía a investigar las muertes de su antecesor, Clemente V, y de Felipe IV, rey de Francia, que parecen estar relacionadas con la ejecución del gran maestre de la Orden del Temple. A partir de ese momento, acompañado de su hijo y en busca de su madre, tratará de encontrar la información que se le requiere, así como algunos tesoros ocultos por los templarios, para lo que requerirá de muchas dotes de observación y de peregrinar, literalmente, camino de Santiago de Compostela interesándose por cualquier construcción con características templarias y posible simbología secreta. 

Lo he leído a gusto, si bien me encuentro en un buen momento lector y, por tanto, este título me ha hallado en una disposición casi inmejorable. Podría quizá señalar que la trama es bastante lineal y sencilla, si bien hay algún asunto personal del protagonista que logra que escapemos a ratos del asunto principal, que ha sido descrito en las líneas introductorias. Pero por lo demás, sirve sobradamente para entretenerse, disfrutar de la geografía española, bucear en la vida del siglo XIV y disfrutar de un poco de aventura y de misterio histórico.

Nikola Tesla (Charo González Casas)

La periodista y escritora Charo González muestra en estas páginas los hechos más destacados de la vida personal y profesional del célebre Nikola Tesla. El increíble inventor, cuyas numerosas patentes cambiaron la vida de las personas de manera radical, muestra ser una persona especial e intelectualmente muy dotada desde niño. En estas páginas se describen sus análisis, sus descubrimientos, su asombrosa manera de proceder a la hora de crear (por ejemplo, sin apenas realizar diseños previos sobre papel, solamente desde su imaginación). Aparecen otros inventores archiconocidos, como Marconi o Edison, con quienes tuvo rivalidad y rencillas, y se refleja de modo patente la injusticia que, entre otros motivos por intereses económicos, sufrió Tesla a lo largo de su vida. Si bien no es un consuelo para él, la Historia ha ido demostrando y demuestra que fueron muchos los inventores que se basaron en sus hallazgos para generar las creaciones que les permitieron alcanzar el éxito y pasar a la posteridad. 
Curiosamente, debo indicar que una de las ocasiones en que escuché más repetidamente el nombre de Nikola Tesla fue al toparme con un canal de youtube en el que se tocaban asuntos medio esotéricos, medio de crecimiento personal y espiritual, pues no en pocas ocasiones las reflexiones del croata se basan en percepciones tan sutiles que rozan lo inaprehensible. Si bien en algún punto de este libro se explica la actitud de rechazo que él mostraba hacia videntes y similares -pues él dedicaba mucho tiempo a diario a analizar sus pensamientos, de dónde venían, lo relacionaba con objetos y ruidos percibidos a lo largo de la jornada, etc.-, sus misteriosas y peculiares personalidad y manera de trabajar han quedado también unidas a lo misterioso, a lo inexplicable. Este hombre, que cuidaba de las palomas como si fuesen sus hijos, a quien nunca se le conoció pareja, que apenas dormía dos horas diarias, que dirigía sus esfuerzos a inventar sistemas para ayudar sin beneficio económico a la humanidad, tiene en su haber el descubrimiento, entre otras cosas, de la corriente alterna, la lámpara fluorescente, el control remoto o los rayos X.
Nikola Tesla será, y probablemente ya es, un inventor cuyo valor inescrutable llegará a generaciones y generaciones tras él. Apuesto a que, más allá de todo lo que se perdió en algún incendio de su laboratorio, hoy día existen ideas suyas cuidadosamente guardadas bajo llave con el fin de poder obtener beneficio pecuniario por algo que este inventor desearía haber ofrecido gratuitamente.

 

Entrevista (Jesús Quintero)

Creo que poco se puede decir que no se sepa ya. El célebre periodista Jesús Quintero recopila veinticuatro de sus entrevistas en estas cerca de cuatrocientas páginas y muestra sus siempre variopintas y diversas preguntas, con las que trata de llegar al fondo más humano de quien tiene ante sí. Antes de éstas, muestra lo que denomina "Impactos", extractos de otras entrevistas a personajes más anónimos -por ejemplo, durante años entrevistó a presos en la cárcel- que le dejaron huella; así como un "Autorretrato", una breve sección inicial en la que se formula a sí mismo algunas preguntas.
Dejando a la opinión de cada cual en qué medida leer en lugar de ver estos encuentros puede mantener o no el encanto de la imagen y el sonido en vivo, he leído a gusto la compilación. Es muy probable conocer a casi todas las personas que aparecen. Por citar algunos, mencionaré a  Alejandro Jodorowsky, José Saramago, Dolores Ibárruri, Paulo Coelho, Julio Iglesias, Antonio Banderas, Antonio Gala, Maradona... Disfruté no solo de las preguntas y las respuestas, sino del mero hecho de ir descubriendo sobre la marcha cuál iba a ser el siguiente famoso con quien me encontraría. 

 

Ecos de Malabo (Maximiliano Nkogo Esono)

Hace unas semanas se dio una curiosa coincidencia. Había estado hablando por mensajes con un conocido de origen africano, que me indicó que no estaba en España, sino en Malabo, donde había ido para la boda de un familiar (y donde él o su familia nacieron, supongo). Indagué en qué país estaba esta ciudad, pues lamentablemente no lo sabía, y vi que era Guinea Ecuatorial, lo cual explicaba que cuando a este chico yo lo conocí siendo compañero de clase de mi hermano en su infancia, hablase español a la perfección y sin acento extranjero. Pues bien, me encontraba en una biblioteca cuando me topé con este título, que justamente contiene el nombre de la capital ecuatoguineana; me gustó esta sincronicidad y lo tomé prestado.

El autor nació en el citado país y estudió Filología Hispánica en Madrid. En los seis relatos que hallamos en estas páginas se nos muestran aspectos diversos de Malabo y en general de Guinea Ecuatorial: cómo es el día a día de las personas con pocos recursos, de qué manera se comunican y entienden el hombre y la mujer en una relación, qué expectativas hay a la hora de plantearse emigrar a Europa, cómo son los hospitales, qué atención se les presta a los curanderos y sacerdotes a la hora de sanar una enfermedad... 
Ignoro en qué medida las historias que aquí se narran son un reflejo fiel, pero en caso de serlo, hay sin dudas diferencias claras respecto a las que un europeo medio vive cotidianamente. Los relatos se leen con facilidad y permiten conocer un poquito más un país unido por la Historia con España. 

 

El monje y el lama (Dom Robert Le Gall y Lama Jigmé Rinpoché)

Título original: Moine et Le Lama.

El sociólogo e historiador de religiones Frédéric Lenoir reunió en 2002 a un monje católico y a otro budista, que son los que pueden verse en la portada y que aparecen como autores de este título. 
Su objetivo era que dos personas expertas en las dos religiones citadas expusiesen su punto de vista sobre una serie de aspectos e intercambiasen dudas y puntos de vista acerca de la religión del otro, pues Lenoir trató de reunir a dos monjes que no conociesen en profundidad la religión de la otra persona.

Eso es lo que podemos encontrar en estas páginas. En la primera parte, Fundamentos del budismo y del cristianismo, se habla de El Absoluto, del Hombre y de la Muerte y el Más Allá. En la segunda y última parte se toca el camino espiritual, en concreto las vías de salvación y liberación, y el progreso, los obstáculos y la ética. 
Mientras ambos dialogan, siempre guiados muy en segundo plano en la conversación por Lenoir, se encuentran numerosos puntos en común, otros que siguen caminos distintos y se profundiza en los motivos por los que una u otra atraen a la gente.

Son algo más de trescientas páginas que conviene abordar con entusiasmo e interés, ya que se entra muy de lleno en numerosos aspectos religiosos y trascendentes, es decir, no se exponen los diferentes aspectos de una manera superficial y buscando el entretenimiento. Pero el caso es que, cuando me topé con este libro en un restaurante vegetariano, en el que hay una enorme estantería con libros que se pueden tomar con libertad, me pareció una propuesta curiosa que merecía la pena conocer.