miércoles, 31 de agosto de 2016

La casa de verano (Alfredo Gómez Cerdá)



“Carlos y Tomás van al mismo colegio y tienen un sueño común: ser escritores. Impulsados por su amor a la literatura, empiezan a frecuentar un grupo de teatro aficionado. Así conocen a Juli, que a partir de ese momento va descubriendo con ellos la amistad, la ilusión del primer amor y el compromiso por los demás, pero también la marginación, la pobreza y la incultura”. Así reza la contraportada de esta novela juvenil, y continúa pero me abstengo de agregar más pues ya empieza a contar demasiado, como por desgracia tiende a ocurrir.
Leí este libro con unos quince años y no me atrajo; ahora, con muchos más años, me ha atraído más, seguramente porque habla de los temas citados antes y es bastante reflexiva dentro de lo que cabe. En cualquier caso, me da la sensación de que, tal como me sucede a mí, resultará algo aburrida para los jóvenes y un poco flojita o simple para un adulto. Sin embargo, tiene su cierto encanto y, una vez más, me recuerda que es muy recomendable leer textos para jóvenes porque contienen más sustancia de la esperada. 

lunes, 29 de agosto de 2016

Wake up and roar (Despierta y ruge)


Autor: anónimo (texto extraído de grabaciones hechas a Poonja)
Hari Vansh Lal Poonja fue un religioso indio, propagador de la doctrina advaita vedānta (del hinduismo). Nació el 13 de octubre de 1910 en Panyab (ahora Pakistán, antes India) y murió el 6 de septiembre de 1997 en Lucknow (India). Se hacía llamar «El León de Lucknow» y Papaji (‘papito’, apelativo cariñoso). Después de haber tenido de niño varias manifestaciones espirituales profundas, Sri H. W. L. Poonja siempre tuvo el deseo de ver a Dios.
Este libro, que he leído a picotazos durante semanas porque me parece la manera adecuada de acercarse a él, toma algunas conversaciones con Poonja en las que muestra su modo de pensar, su absoluta simplicidad a la hora de explicar cómo ser libre, cómo conocer el propio yo. 
No sabría dar una valoración concreta, ya que no estamos ante un texto de entretenimiento ni que pretenda enseñar nada (pues Poonja se limita a ser, no a enseñar). Me limitaré a decir que esa tranquilidad que sugiere su modo de hablar contrasta con nuestras vidas actuales, donde el ruido (el que se oye, el que se ve, el que se siente) es el protagonista. 
No descarto que exista una traducción del libro en español.


La abadesa (Toti Martínez de Lezea)




Esta escritora vasca, por lo visto muy prolífica, dedica esta novela a la vida de una hija ilegítima de Fernando el Católico que es enviada con pocos años de vida a un monasterio. A lo largo de la narración conoceremos sus deseos por averiguar sobre su pasado y las personas que por el camino conoce para recabar información.
Se trata del típico libro con tintes históricos fácil de leer. Quizá es muy sencillote y demasiado lineal, así que se sigue bien y entretiene. En cuestiones históricas resulta algo lioso a veces, ya que menciona diversos linajes y tejemanejes reales que, en mi opinión, precisarían de más desarrollo (en parte, claro, porque no entran dentro de la trama principal). 
Poco más, curiosillo.

martes, 23 de agosto de 2016

La señora Rodríguez y otros mundos.



Autor: Martha Cerda.
La señora Rodríguez tiene un bolso del que saca objetos que contienen historias y que de hecho le ayudan a revivirlas, recordarlas e incluso destruirlas. 
Esta novela se compone de relatos, a menudo surrealistas y cómicos, en los que se intercalan un pequeño nuevo episodio de la vida de la señora Rodríguez (y su marido, y su suegra, y su…) e historias independientes que a veces tienen miga y otras, las más, son poco más que anécdotas brevísimas. 
Cada uno de estos relatos tiene tres páginas o menos y, salvo alguna que otra excepción, se olvidan enseguida y son simplemente amables de leer.
Una curiosidad sencillota que, a juzgar por las críticas que adornan la contraportada, roza la maravilla. Yo lo dejo en imaginativo.

lunes, 8 de agosto de 2016

El Sistema (Ricardo Menéndez Salmón)



“En una época futura, nuestro planeta se ha convertido en un archipiélago en el que conviven dos fuerzas: los Propios, súbditos de las islas, y los Ajenos, desterrados tras disputas ideológicas y económicas. Dentro del Sistema existe una isla llamada Realidad, donde el narrador vigila la probable aparición de los enemigos del orden. Pero a medida que éste se agrieta y el centinela pierde sus certezas, el Narrador se convierte en un hombre peligroso, en un pensador incómodo.”
Así reza la contraportada de la novela en la edición que he leído, que he copiado porque me parece definir bien el punto de partida y en cierto modo el tema principal del libro. El escritor, premiadísimo y de una prosa cuidada, rica, muy buena y de vocabulario exigente, parece hacer una reflexión de la sociedad actual a través de esta especie de mundo controlado por el Sistema, que es el nuestro en un futuro.
La lectura me ha interesado, de otro modo no habría sido capaz de terminarla, lo cual no obsta para señalar que las ganas de dejarlo a mitad estaban presentes a veces, pues, sin negar que Menéndez Salmón escribe exquisitamente y sin duda pasará a la Historia de la Literatura, todo el texto gira en torno a dicho mundo medio abstracto, medio sin localización certera, con personajes que a menudo carecen de nombre propio y todo ello lleno de reflexión (el diálogo es prácticamente inexistente en las trescientas páginas).
A pesar de todo, es un texto complejo, interesante y reflexivo del cual seguramente se puedan extraer diversas lecturas y, cuando ello es posible, es que probablemente estamos ante una prosa de enorme valor.