miércoles, 30 de marzo de 2016

El precio de la Transición (Gregorio Morán)



En estas páginas encontramos un análisis del archiconocido proceso histórico que intenta ofrecer un punto de vista distinto: si habitualmente se acepta como modélico, como un milagro, Morán introduce reflexiones y datos que permiten observar al lector que los movimientos que durante varios años se produjeron están llenos de carencias, cesiones y timideces mediante las que las cosas cambiaron, quizá, mucho menos de lo que deberían.
El texto que comento es una visión revisada –poco, creo, pero revisada- del que fue publicado inicialmente en 1991. En dicha fecha debió de provocar bastante revuelo y la edición sufrió cierta censura, por lo que me queda duda de si el libro tiene un valor tan revelador como pretende o la sorpresa inicial que suscitó guarda relación con el entonces aún muy cercano comienzo de la democracia.
Hay muchas páginas para lo que finalmente se viene a decir, por lo que me ha resultado una lectura algo lenta y pesada. El mensaje esencial es que los que vivían bien durante el franquismo se adaptaron al cambio pidiendo olvido y quienes habían sido víctimas de la dictadura rebajaron el listón de sus exigencias aceptando ese olvido. A raíz de ese mutuo acuerdo, más político quizá que social, cualquier actuación que pareciese romper ese pacto de silencio y olvido fue tomado como ganas de molestar. Muchos años después, cuando escribo esto, dicha actitud parece todavía calar los huesos de muchos individuos en nuestro país, no hay más que recordar las fosas comunes, los debates sobre quitar o no símbolos franquistas de las calles y la ley de memoria histórica con escasa dote presupuestaria.
La lectura os ofrecerá datos precisos en algunas ocasiones y sobre todo una amplia reflexión. Qué duda cabe de que todavía quedan muchas cuestiones por recuperar, hablar, aceptar y cerrar. 

martes, 22 de marzo de 2016

Las brujas (Roald Dahl)



Título original: The witches.
La razón por la que me he puesto a leer un libro destinado a niños de unos diez años ha sido el aburrimiento. Me enfrentaba a un tranquilo día en el que sesión tras sesión me iba a limitar a entregar hojas de examen y esperar a que los alumnos los completasen. Al comenzar me he dado cuenta de que, aunque me lo había planteado, había olvidado coger de casa un libro de lectura para aprovechar tan inusitada oportunidad de leer en el trabajo.
De modo que he escogido lo que me ha parecido menos malo de lo que había en la biblioteca de aula de sexto de primaria.
En fin, cuenta la historia de un niño que descubre que las brujas existen y se ve metido en un gran lío del que intentará salir mediante su inteligencia y la ayuda de su abuela.
Tengo dudas de si esta lectura me habría interesado mucho leyéndola con la edad adecuada. Será de Dahl pero no me ha parecido extraordinaria, aunque entretiene y se han escrito cosas mucho peores, qué duda cabe.

sábado, 12 de marzo de 2016

Lazarillo de Tormes (autor anónimo)




Solamente no romper el hábito de comentar cada libro que termino me lleva a escribir estas líneas; por lo demás, una obra tan conocida y apreciada escapa a mi humilde y limitada capacidad para valorarla, lo cual dejo a los innumerables filólogos que lo han hecho abundantemente.
Se trata de una obra literaria que fui obligado a leer, si no me falla la memoria, cuando tenía trece años y que no me gustó en especial. Como era de esperar, leída ahora, sin ser forzado y en el momento en que me ha apetecido, la opinión varía. Me ha resultado una lectura simpática y divertida, poco adecuada al interés de un niño de aquella edad citada que ni siquiera comprende bien por qué un chaval de su edad abandona a su familia para buscar amo al que cuidar y persiste en su empeño cuando uno tras otro le tratan mal.
Marañón, en su prólogo, lanza la reflexión de que la picaresca encumbra al pícaro como héroe, y que de ahí viene buena parte de la torcida imagen que de nuestro país a veces tenemos los propios españoles y la gente extranjera que se acerca a nosotros a través de la literatura. No sé muy bien cuánta verdad puede haber en ello.
El lenguaje utilizado en la narración de Lázaro resulta a veces complicado de entender y las habituales llamadas aclaratorias son de gran ayuda. A diferencia de lo que sucede en la editorial Cátedra, en este caso al menos dichas llamadas casi nunca adelantan sucesos de la narración, lo cual es de agradecer.


miércoles, 9 de marzo de 2016

Nadie es más que nadie.




Autor: Miguel Ángel Revilla.
El expresidente de Cantabria aprovecha su mayor tiempo libre tras ejercer el cargo para escribir este sencillo y ameno libro de memorias y anécdotas que abarca desde su infancia hasta la actualidad. Incluye experiencias de su vida personal y política y opiniones acerca de algunos aspectos de la actual sociedad española.
Con su habitual toque campechano narra una vida que ha dado mucho de sí y que en número de situaciones divertidas, entrañables y originales no tiene parangón. Una lectura, en definitiva, simpática y fácil que aporta un punto de vista sincero, directo y personal sobre la realidad política y económica.

lunes, 7 de marzo de 2016

El criterio de las moscas (Luis Manuel Ruiz)


Me encuentro ante uno de esos textos sobre los que, aunque ya sé que para gustos los colores, tengo la sensación de estar equivocándome al opinar. Digo que equivocándome porque el presente escritor parece estar bien recibido por la crítica; sin embargo, a mí no me termina de convencer.
En primer lugar, plantea una historia de primeras llamativa –un hombre que tras un accidente pierde la memoria y encuentra cosas extrañas en su vida mientras investiga para tratar de recuperar sus recuerdos-; pero ese planteamiento se parece sospechosamente a un par de películas relativamente conocidas (que no citaré por no estropear la trama ni del libro ni de esos filmes) y termina en explicaciones pseudograndilocuentes que no me convencen.
En segundo lugar, su modo de escribir resulta elaborado, escogido –he ido al diccionario más que leyendo una novela corriente en inglés- pero excesivamente farragoso y petulante; pasados unos minutos iba entrando en su estilo y hasta lograba apreciarlo, pero una vez detenida la lectura, la sensación que me invadía al retomarla era fundamentalmente la de pereza.
Y en tercer lugar, todo ello queda embadurnado por unas extrañas y misteriosas referencias a las moscas, su modo de actuar, su semejanza con algunos aspectos de la vida humana… que seguramente tengan su encanto y originalidad para otros, pero a mí solamente me desconcertaban y junto con las complicaciones de su lenguaje y los vericuetos de la enrevesada trama me ha provocado, en definitiva, que esta cortita novela se me haya hecho, fundamentalmente, aburrida y pesada.
Pero, como digo, debo de ser yo quien está equivocado.


sábado, 5 de marzo de 2016

Camina o revienta (Eleuterio Sánchez "El Lute")




Durante muchos años, en la España franquista, el Lute se convirtió en una especie de leyenda. Un preso que conseguía escapar de la cárcel, que se escabullía de la guardia civil y que, aunque su foto se distribuyera por periódicos y televisiones y a menudo se narrasen falsas hazañas suyas para amedrentar a la población, le puso las cosas muy difíciles a las autoridades.
El Lute narra en primera persona su vida desde su nacimiento hasta pocos años antes del fallecimiento de Franco. Se detiene minuciosamente en todos los momentos complicados de su vida, que son muchos, y los narra con tal claridad que permite ver lo que él una y otra vez trata de explicar: que ni hizo nada que mereciera los castigos y penas que recibió ni considera ser él (sino la sociedad tal como está organizada) el culpable de que “quinquis” como él –así se autodefine- se vean obligados a robar comida o algunos objetos para subsistir.
Este volumen es solamente la primera parte de una serie de cinco, aunque puede leerse de modo independiente ya que, opino, cuenta lo esencial y más destacado de su vida de fugitivo. Los posteriores volúmenes, por lo que intuyo, estarán más dedicados a la vida en la cárcel, sus intentos de lograr el indulto, su reinserción en la sociedad, etc.
Esta entretenida y a veces dura lectura muestra, una vez más, que quien vive en el escalafón social más bajo rara vez puede salir de él y sufre más injusticias que ningún otro.