martes, 31 de julio de 2012

Ollos de auga (Domingo Villar).



Título en  español: Ojos de agua.
Cuando viajé a Galicia me quedé encantado con el acento gallego y no me pude resistir a entrar en una librería de A Coruña (Follas Novas) y preguntar si me podían recomendar una novela en gallego para alguien que desconocía la lengua, que por ello fuese sencilla de leer. Cuando me dijeron que esta novela era de misterio no necesité buscar más, ya que tengo debilidad por este género.
No sabría decir si es recomendable leer algo en gallego si no se conoce el idioma; y no sabría decirlo porque la he leído un año después de haberla comprado y habiendo terminado primero de portugués, cosa que ayuda muchísimo dadas las tremendas similitudes entre ambas lenguas. Sin haber dado nada de portugués puede que me hubiese resultado un poco excesivamente complicado enterarme bien de las cosas.
Cuestiones idiomáticas aparte, es un libro entretenido, con unos personajes principales a los que enseguida se les coge cariño y a poco que nos entretenga encontrarnos con un crimen (bastante cruel por cierto) y varios sospechosos, y jugar a descubrir quién de ellos es el asesino -todo ello ambientado en Vigo, ciudad empinada donde las haya-, os puede fácilmente hacer pasar un buen rato de sospechas. Además, existen otras novelas con el mismo personaje principal, el inspector Leo Caldas.
Me he quedado, eso sí, con la intriga de saber por qué el acompañante del inspector, un gigantón con pocas habilidades sociales y tendencia a la brutalidad y los berrinches, es un aragonés trasladado a tierras gallegas…

miércoles, 25 de julio de 2012

El ambiente de la lectura (Aidan Chambers).



Título original: The reading environment: how adults help.
Tengo la sensación de que este libro debe de ser todo un clásico, dadas las numerosas entradas que reúne en internet. Está, como podéis suponer, destinado principalmente a profesores de primaria –llamémosles mejor maestros, que es una palabra mucho más bonita y ajustada-. De un modo sencillo explica los aspectos más importantes para favorecer la lectura. Ojo, no habla tanto del proceso de lectura en sí (aunque por ejemplo diferencia entre leer en voz alta y narrar en voz alta), sino de cómo acercar al alumno a leer y conseguir que repita la experiencia poco a poco por sí mismo.
No os vais a encontrar con ideas espeluznantemente innovadoras, pero opino que generalmente lo que mejor funciona no proviene de una novedad sino de cuestiones sencillas bien explicadas. Es probable que cualquier maestro encuentre al menos dos o tres ideas que nunca se le habían ocurrido o que, al menos, quizá había pensado en alguna ocasión pero había olvidado casi de inmediato gracias a la vorágine que supone el trabajo en un colegio. Quizá ahí está el encanto del libro: en que nos permite detenernos por un ratito en aquellas cuestiones aparentemente tontas, simples, que como tales tienden a pasarse por alto u olvidarse.
Por si os termina de animar a leerlo, creo que lo encontraréis con facilidad en cualquier biblioteca y tiene poco más de ciento veinte páginas.


domingo, 22 de julio de 2012

J.K. Rowling y Harry Potter: El éxito de la magia o la magia del éxito.



Autor: Celia Vázquez García y Mª Dolores González Martínez.
Comenzaré con un pequeño monólogo personal. Hace algunos años decidí leer la primera novela de la saga de Harry Potter. Lo hice porque, al ser una lectura para niños o adolescentes, me parecía que sería capaz de hacerlo en inglés. Probé, me costó bastante porque no estaba acostumbrado a leer en otro idioma (parando constantemente para buscar palabras en el diccionario, por ejemplo) pero el libro me gustó bastante. Después fui leyendo las siguientes novelas, de las cuales ninguna me gustó en especial y en general, quizá por leerlas de adulto, me pareció que no suceden grandes cosas (salvo el asesinato de algún personaje destacado) que merezca la pena como para tragarse los siete libros. El final, además, es esperable, nada sorprendente. Pero tengo un buen recuerdo de la lectura de la saga porque conseguí hacerlo en inglés y porque, para mi asombro, los últimos libros, tres o cuatro veces más largos que el primero, los leí prácticamente sin diccionario; eso significaba que, primero, me había acostumbrado a leer en inglés con, casi, el mismo esfuerzo que en español, y segundo, que había superado la barrera de tener que mirar la mayor parte de las palabras desconocidas en el diccionario. Por ello, leía con fluidez y hasta percibía que palabras nuevas o que había encontrado algunas veces pero cuyo significado nunca había buscado las comprendía perfectamente.
Así, a pesar de que en sí la saga potteriana no me fascinó, como era una lectura ágil y entretenida que mejoró mi disposición a los libros en inglés, al encontrar el título que voy a pasar a comentar me apeteció leerlo.
Las autoras comentan, en primer lugar, aquellos lugares comunes de la literatura tradicional, fundamentalmente británica, de la que Rowling toma algunos aspectos para introducirlos en sus novelas. Se observa así que la autora de las novelas de Harry Potter innova mucho menos de lo que pueda parecer.  A continuación se detallan las características de los personajes principales de las novelas de Potter, de las novelas en sí y se efectúa una crítica de éstas.
Desde luego, este estudio, que es bastante pormenorizado, deleitará a los fans de la saga porque presta atención a detalles muy nimios, a muchos personajes –no sólo los protagonistas-, efectúa comparaciones con cuentos y novelas tradicionales o algo más antiguas y estudia los argumentos de los defensores y de los detractores. Sin embargo, hay que señalar que cuando fue escrito este libro, Rowling sólo había publicado los cuatro primeros libros; de modo que quizá pueda valer la pena buscar otro título similar que analice la saga una vez ésta fue publicada por completo.

jueves, 19 de julio de 2012

Playing for pizza (John Grisham).


Título en la edición española: El Profesional.
No termino de saber muy bien por qué me animé a leer esta novela, imagino que porque vi que su autor es un superventas y se leería con facilidad.
Y así es. Trata de un jugador de fútbol americano, Rick Dockery, que juega para los Cleveland Browns y que durante un partido hace una jugada tan lamentable que arruina el partido y hace perder a su equipo. Es inmediatamente despedido y unánimemente abucheado por el público y la prensa.
Su agente se las ve y se las desea para encontrarle un nuevo equipo. Lo único que le encuentra es un equipo de poco más que aficionados en Parma, Italia (país que Dockery ni siquiera es capaz de situar en un mapa). Tras mucho pensarlo, el jugador acepta. Desde ese momento, el lector ve el proceso de adaptación a una nueva cultura repleta de pizza, queso parmesano, prosciutto y unos jugadores entusiastas que están en ello por placer.
Personalmente la novela no me ha interesado demasiado en ningún momento, lo cual era de prever dado mi escaso interés en el fútbol americano e Italia; pero se lee con facilidad, en parte debido a los cortos capítulos que la componen, y hasta cierto punto fui sintiendo cierta curiosidad por ver qué era del jugador y de algún que otro personaje importante de la trama.


lunes, 16 de julio de 2012

Literatura infantil y matices (VV.AA.)


Este libro está compuesto por un conjunto de ponencias y/o artículos del I encuentro internacional de estudio y debate de literatura infantil y juvenil celebrado en Tarazona en 2009. Se elaboran reflexiones acerca de temas como los libro-álbum, el humor negro en la literatura infantil, quién y cómo se dedica a contar historias mediante cómics, etc. Y hay multitud de ilustraciones con las imágenes y los textos que se citan.
 Es muy recomendable para profesores (especialmente maestros) y para padres que deseen mejorar su criterio a la hora de elegir buenos libros para sus hijos, desde los cero hasta los ¿? años; digo “¿?” porque, como se señala en uno de los artículos, los buenos libros para niños tienden a considerar a estos lectores seres pensantes y críticos, en los que los textos y las imágenes  sugieren, critican, se salen del estereotipo, sorprenden… y dicha capacidad no tiene por qué estar destinada en exclusiva a los niños.
Vale la pena echarle un vistazo si el tema os interesa: tanto a los artículos en sí como a los innumerables buenos ejemplos de literatura que se citan en las respectivas bibliografías.


jueves, 12 de julio de 2012

Sin una palabra (Linwood Barclay).


Cynthia Archer es una adolescente que se levanta un día algo resacosa y descubre que toda su familia ha desaparecido. Va a clase, regresa y sigue la misma situación, y no hay ninguna nota de despedida ni nada que explique lo ocurrido. ¿Por qué han desaparecido? Si los han asesinado, ¿por qué ella ha sobrevivido? Veinticinco años después, ya casada y con una hija, aquel misterio continúa sin resolver. Todavía con la mente en aquel día, decide hablar de ello en la televisión. A partir de ese momento, comienzan a suceder cosas que muestran que alguien no está de acuerdo con descubrir lo que realmente sucedió…
He leído la novela con interés y me ha atrapado en casi todo momento. El planteamiento es curioso y a menudo los capítulos dejan al lector con una nueva duda o desvelan algo sorprendente que invita a seguir. Se trata, en cualquier caso, de una historia sin muchas pretensiones aparte de entretener, pero lo consigue. A menudo me hacía pensar en un telefilme para ver en el sofá un domingo por la tarde. Pero si os apetece engancharos a una historia que, por lo demás, es relativamente verosímil en su planteamiento y desenlace, éste es vuestro libro. Suspense e intriga para pasar el rato.

viernes, 6 de julio de 2012

Mi colegio (Luis Antonio de Villena).

El escritor narra de modo autobiográfico los seis años que pasó, o sufrió, en el colegio Nuestra Señora del Pilar, del barrio de Salamanca. Años que recuerda con desagradado debido a unos compañeros que se mofaban de él por ser diferente –de gustos distintos, algo afeminado, etc.- y a unos profesores víctimas y verdugos de una España religiosa y cateta que convertían las clases, casi siempre, en lecciones de dudosa didáctica, con cachetes dolorosos y excesiva memorización.
Salen a relucir –a veces poco más que citados- otros alumnos del colegio, como Fernando Savater, José María Aznar, Javier Solana o Alfredo Pérez Rubalcaba; la brutalidad aceptada de las clases de Gimnasia; los sutiles sobeteos de algunos profesores hacia los alumnos; el director que los viernes entraba en el aula para repartir las notas semanales, que enunciaba en voz alta; la ausencia de pedagogía, que o no llegaba a las casas o se respetaba por ser decisión del profesor; el descubrimiento de la atracción sexual en un colegio donde sólo había alumnos, no alumnas; y un largo etcétera de vivencias y opiniones acerca de los años sesenta, su sistema educativo y los personajes que en aquel colegio conoció, a menudo por desgracia.
Se lee con facilidad, no es muy largo y, para los que somos profesores, nos permite llegar a la conclusión de que, en muchos sentidos, la educación ha cambiado para bien. (Claro que actualmente desconozco cómo funcionan por dentro los colegios privados y religiosos; puede ser que estas cosas arcaicas que se describen, actualizadas, sigan vigentes, pero no así en la escuela pública).

lunes, 2 de julio de 2012

Llámame Brooklyn (Eduardo Lago).



Esta novela fue premio Nadal en 2006.
La historia gira en torno a Gal Ackerman, escritor de compleja personalidad, y Nadia, una chica a la que conoce por casualidad y de la que queda prendado. El escritor, presintiendo quizá su próxima muerte, va sutilmente dando pistas a un amigo suyo, periodista, sobre la novela que está escribiendo y las pautas fundamentales que guiarán esta escritura. Una vez fallece, el periodista se ve obligado a cumplir el deseo de su amigo. Recopila toda la información posible, no sólo a través de los diversos cuadernos que Ackerman deja ya escritos antes de escribir, sino mediante cartas entre Gal y Nadia –siendo esta última la destinataria, en el fondo, de la novela-, la visita a aquellos lugares y personas que el escritor conoció en vida, así como pequeños encuentros casuales.
La gracia de la novela, o al menos así se explica en su contraportada, es el original modo en que vamos conociendo al fallecido escritor, su obra sin completar, a su familia, etc. Ya que en lugar de tratarse de una narración ordinaria, con cierto orden cronológico y un solo narrador, el narrador va variando, se usan emails y diarios, cuadernos manuscritos, se va y se viene en el tiempo en varias ocasiones… hasta así, se supone, completar toda la información sobre su vida y sus a menudo complejos y ocultos pensamientos y desavenencias.
Sin duda Eduardo Lago escribe bien y no es fácil sacar adelante una novela narrativamente tan compleja. Hasta cierto punto me ha gustado porque da gusto leer un texto bien escrito. Sin embargo, como nunca he sido muy amigo de los saltos en el tiempo ni en la narración –hasta el punto de que a veces cuesta saber quién está hablando y de, al retomar la lectura otro día, no saber muy bien dónde se había uno quedado porque todo es, aunque ordenadamente, un poco caótico-, al final me he cansado de la novela y estaba deseando terminarla sólo por poder decir que la había terminado.
Si me encuentro otra novela de este autor seguro que la leo, ya que insisto en que creo que escribe bien y sabe crear escenas y personajes interesantes. Pero este libro me ha resultado algo confuso y al final un poco aburrido tras tanta búsqueda y reconstrucción de Gal Ackerman.