Título original: Paying the land.
Este autor de cómics maltés ofrece aquí un relato gráfico de notabilísima calidad que muestra la vida tradicional de los denes, grupos del noroeste de Canadá que vive desde tiempos inmemoriales en y gracias a la tierra y los animales de ese hábitat. Para ello contactó con personas de allí y viajó para conocerlas de primera mano.
En un formato de tapa dura, cada página contiene ilustraciones en blanco y negro que ocupan, cada una de ellas, casi la página completa o el total incluso, por lo que ofrecen con frecuencia muchos detalles, diversos personajes y, en definitiva, escenas grupales. Esto permite mostrar el estilo de vida de estos pueblos a la perfección y sumergirse de pleno en su día a día. También hay mucho texto y explicaciones, de modo que el cómic, de más de doscientas cincuenta páginas, lleva más tiempo del que parece en un principio.
Conforme avanza el relato se llega, desgraciada e inevitablemente, a la incursión del gobierno canadiense y de la Iglesia católica, que afecta a los denes de modo absoluto, promueve la explotación de sus tierras (fundamentalmente para extracción de gas y minerales), obliga a las familias a llevar a sus hijos a internados católicos y consigue, poco a poco, que la realidad sea distinta para ellos. Asistiremos al aumento exponencial de malos tratos y de adicciones en estos poblados, a la sensación de desorientación existencial al tratar de vivir a medio camino entre la vida tradicional y la más occidentalizada.
En un formato de tapa dura, cada página contiene ilustraciones en blanco y negro que ocupan, cada una de ellas, casi la página completa o el total incluso, por lo que ofrecen con frecuencia muchos detalles, diversos personajes y, en definitiva, escenas grupales. Esto permite mostrar el estilo de vida de estos pueblos a la perfección y sumergirse de pleno en su día a día. También hay mucho texto y explicaciones, de modo que el cómic, de más de doscientas cincuenta páginas, lleva más tiempo del que parece en un principio.
Conforme avanza el relato se llega, desgraciada e inevitablemente, a la incursión del gobierno canadiense y de la Iglesia católica, que afecta a los denes de modo absoluto, promueve la explotación de sus tierras (fundamentalmente para extracción de gas y minerales), obliga a las familias a llevar a sus hijos a internados católicos y consigue, poco a poco, que la realidad sea distinta para ellos. Asistiremos al aumento exponencial de malos tratos y de adicciones en estos poblados, a la sensación de desorientación existencial al tratar de vivir a medio camino entre la vida tradicional y la más occidentalizada.
En la parte final, que por cronología representa la realidad más reciente, algunos de los denes que, a pesar de haber estudiado fuera de sus tierras, han conseguido mantener el contacto con sus padres y abuelos y conocen los registros de ambos lados, muestran interés en continuar de algún modo la riqueza dene, su estilo de vida, y a hacer valer su derecho a que esas tierras les sigan perteneciendo.
Una lectura muy recomendable, especial, necesaria y que rebosa contenido y trascendencia.
Una lectura muy recomendable, especial, necesaria y que rebosa contenido y trascendencia.
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