En esta novela se nos cuenta una temporada de la vida de Miguel, adolescente que cae enfermo y guarda cama en casa de sus abuelos mientras su madre, periodista, está ausente y lo visita esporádicamente. Las páginas se desarrollan en todo momento en casa de sus abuelos. Iremos conociendo poco a poco a los abuelos, algunas habitaciones misteriosas de la casa, a la criada, al médico, a un primo de Miguel...
Me entretendré poco y diré que la he terminado porque se leía con facilidad pero me ha interesado muy poco. Me da la sensación de que el interés del libro reside en intentar averiguar si el cambio de perspectiva acerca de los personajes es mera imaginación del muchacho o hay parte de cierto: ¿es el abuelo tan bueno como Miguel cree?, ¿y la abuela tan mala?, ¿realmente hay algo misterioso en esas habitaciones en las que no le está permitido entrar al muchacho?, ¿le tiene de verdad manía la criada?
Poco más que eso hay. A mí jamás me ha atraído un argumento que navegue entre lo que puede ser real y lo que no, esa especie de ambigüedad, de "oooooh, ¿pero se lo estará imaginando o no?" me aburre. Así que, y siento decirlo porque el escritor es de Zaragoza, como en su momento Carreteras secundarias tampoco me atrajo, descarto a este escritor de mi lista y en breve dejaré el libro donde lo encontré: en alguna vitrina de bookcrossing.
Me entretendré poco y diré que la he terminado porque se leía con facilidad pero me ha interesado muy poco. Me da la sensación de que el interés del libro reside en intentar averiguar si el cambio de perspectiva acerca de los personajes es mera imaginación del muchacho o hay parte de cierto: ¿es el abuelo tan bueno como Miguel cree?, ¿y la abuela tan mala?, ¿realmente hay algo misterioso en esas habitaciones en las que no le está permitido entrar al muchacho?, ¿le tiene de verdad manía la criada?
Poco más que eso hay. A mí jamás me ha atraído un argumento que navegue entre lo que puede ser real y lo que no, esa especie de ambigüedad, de "oooooh, ¿pero se lo estará imaginando o no?" me aburre. Así que, y siento decirlo porque el escritor es de Zaragoza, como en su momento Carreteras secundarias tampoco me atrajo, descarto a este escritor de mi lista y en breve dejaré el libro donde lo encontré: en alguna vitrina de bookcrossing.
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