Tras un profundo despertar en India en 1998, Nirmala se ha dedicado a ofrecer satsang, es decir, algo así como poner a disposición de quien lo desee su conocimiento para mejorar su nivel de conciencia. En este libro nos invita, tal cual señala el título, a mirar las cosas ya no desde la mente como de costumbre sino desde el corazón, desde el amor que somos, y no tanto esperando encontrar el amor en lo que está fuera de nosotros, sea personas, objetos o experiencias. Esa idea de poner amor en las cosas desde nuestro interior hacia afuera, y no a la inversa, se repite constantemente en estas páginas. De continuo se sugieren reflexiones y ejercicios para tratar de cambiar la perspectiva y observar qué sucede.
A mí particularmente me da la sensación de que estas páginas encierran una sabiduría absoluta, una verdad total, solo que también siento que para llegar a observar y sobre todo sentir, valga la redundancia, lo que se indica en el texto es necesario o muy recomendable escucharlo de boca de alguien, ser guiado, porque si no es muy sencillo, como me ha sucedido a mí, agotarse del tono casi místico de la cantinela de mirar desde el corazón, hacer algún ejercicio y lograr quizá algún momento bonito pero después cansarse de ello en tres minutos y, por supuesto, ni por asomo conseguir trasladar esos consejos a la vida diaria.
A pesar de todo, sí que me ha ayudado, como digo con poco éxito por ahora pero algo es, a intentar cambiar la perspectiva y, al menos de vez en cuando, acordarme de las sugerencias que ofrece.
A mí particularmente me da la sensación de que estas páginas encierran una sabiduría absoluta, una verdad total, solo que también siento que para llegar a observar y sobre todo sentir, valga la redundancia, lo que se indica en el texto es necesario o muy recomendable escucharlo de boca de alguien, ser guiado, porque si no es muy sencillo, como me ha sucedido a mí, agotarse del tono casi místico de la cantinela de mirar desde el corazón, hacer algún ejercicio y lograr quizá algún momento bonito pero después cansarse de ello en tres minutos y, por supuesto, ni por asomo conseguir trasladar esos consejos a la vida diaria.
A pesar de todo, sí que me ha ayudado, como digo con poco éxito por ahora pero algo es, a intentar cambiar la perspectiva y, al menos de vez en cuando, acordarme de las sugerencias que ofrece.
Finalmente, debo decir que la edición es malísima; no estoy seguro de cuál es el idioma original en que fue escrito, pero hay continuos errores gramaticales y ortográficos en la traducción.
Si te llama la atención esta lectura, se puede encontrar gratuitamente en internet, ya que el propio autor así lo ha querido.
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