La conocida escritora nos cuenta en estas páginas unos años de la vida de Galcerán de Born, monje de una orden militar cuya vida comienza a alterarse desde que el papa Juan XXII le envía a investigar las muertes de su antecesor, Clemente V, y de Felipe IV, rey de Francia, que parecen estar relacionadas con la ejecución del gran maestre de la Orden del Temple. A partir de ese momento, acompañado de su hijo y en busca de su madre, tratará de encontrar la información que se le requiere, así como algunos tesoros ocultos por los templarios, para lo que requerirá de muchas dotes de observación y de peregrinar, literalmente, camino de Santiago de Compostela interesándose por cualquier construcción con características templarias y posible simbología secreta.
Lo he leído a gusto, si bien me encuentro en un buen momento lector y, por tanto, este título me ha hallado en una disposición casi inmejorable. Podría quizá señalar que la trama es bastante lineal y sencilla, si bien hay algún asunto personal del protagonista que logra que escapemos a ratos del asunto principal, que ha sido descrito en las líneas introductorias. Pero por lo demás, sirve sobradamente para entretenerse, disfrutar de la geografía española, bucear en la vida del siglo XIV y disfrutar de un poco de aventura y de misterio histórico.
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