Varias veces al año termino recurriendo a un cómic cuando quiero leer algo ligero, ver dibujos y en definitiva acercarme a una lectura diferente. En mi habitual desinterés por los nombres, no ha sido hasta que he terminado el presente título cuando me he percatado de que su autor es el mismo que el de Arrugas, cómic bastante conocido que también existe en película y que muy probablemente guste a cualquier lector.
Si Arrugas hablaba de personas mayores, éste también, al menos tomando como excusa o punto de partida a una: el padre de los hermanos protagonistas, que ha fallecido un año atrás y cuya casa se encuentra descuidada. Los hermanos deciden ponerla en venta y mientras aparece un comprador se reúnen para hacer arreglos y recordar su infancia en la casa. Durante esos días el lector podrá conocer a los tres hermanos, a sus parejas y sus hijos y las relaciones entre ellos. Lo más bonito de la historia es, por una parte, el modo en que Roca consigue que nos acerquemos muchísimo a la figura del padre fallecido y le tomemos mucho aprecio; y por otro, cómo transmite que los hermanos tienden a mostrar dudas acerca de la venta, en especial porque sienten que con la misma olvidarían en buena medida a su padre, quizá por el mimo y las constantes obras de arreglo que éste le dedicaba.
Inadvertidamente, el lector entra en la historia y se emociona. La recomiendo. Es muy bonito, además, que al final del cómic aparezca una foto del padre de Paco Roca con el propio Paco, dejando bien claro que toda la obra ha sido directamente inspirada por la amada figura de su padre,
Si Arrugas hablaba de personas mayores, éste también, al menos tomando como excusa o punto de partida a una: el padre de los hermanos protagonistas, que ha fallecido un año atrás y cuya casa se encuentra descuidada. Los hermanos deciden ponerla en venta y mientras aparece un comprador se reúnen para hacer arreglos y recordar su infancia en la casa. Durante esos días el lector podrá conocer a los tres hermanos, a sus parejas y sus hijos y las relaciones entre ellos. Lo más bonito de la historia es, por una parte, el modo en que Roca consigue que nos acerquemos muchísimo a la figura del padre fallecido y le tomemos mucho aprecio; y por otro, cómo transmite que los hermanos tienden a mostrar dudas acerca de la venta, en especial porque sienten que con la misma olvidarían en buena medida a su padre, quizá por el mimo y las constantes obras de arreglo que éste le dedicaba.
Inadvertidamente, el lector entra en la historia y se emociona. La recomiendo. Es muy bonito, además, que al final del cómic aparezca una foto del padre de Paco Roca con el propio Paco, dejando bien claro que toda la obra ha sido directamente inspirada por la amada figura de su padre,
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