En este libro la autora nos cuenta, ni menos ni más, su experiencia personal en el uso de la visualización creativa. Hay muchos libros sobre este tema, y posiblemente éste no es ni el más completo ni el mejor; la razón por la que decidí leerlo es que encontré vídeos de ella contando en esencia lo mismo que en el libro y me pareció que me transmitía exactamente lo que ella trata de comunicar: que es una más, que no tiene una formación o estudios particulares en estos temas, que simplemente un día decidió comprobar si esto de la atracción y del proyectar los deseos era una zarandaja y le funcionó. Y a raíz de allí, su necesidad de transmitirlo, como es normal, creció a un ritmo exponencial.
Lo que ella vive es que teniendo claro lo que se desea, que tal cosa sea algo bueno, honesto y que sintamos de verdad que es lo que queremos, y siendo perseverante en la visualización, el universo irá actuando para que nos llegue. ¿Cuál es el problema principal? De partida, esta idea resultará una fumada insostenible para las mentes de muchas personas, por lo que no lo intentarán. Y para quienes estén más receptivos, muchos desistirán al poco de comenzar por no ver resultados, por sentirse ridículos intentándolo y porque, en definitiva, su mente negativa pesará más al final del día que las pocas sensaciones positivas que se hayan conseguido.
En el libro, Alicia explica la (muy sencilla) técnica, que es prácticamente sentido común, con la que ella visualiza, cómo decidir qué se desea y de qué modo ayudarse a ser constante y a acelerar el proceso de visualización. Da además numerosos ejemplos personales y de pacientes, por llamarlos así, que han asistido a sus talleres, que mágicamente han ido atrayendo "sin hacer nada", salvo visualizar, lo que semanas o meses antes era imposible para su mente, y en las condiciones que habían visto al visualizar.
Si no queréis leer, buscadla en internet y ved cualquiera de sus videos. Yo no, no he probado aún. Lo más maravilloso y horrible de proponerse intentarlo es que nos enfrenta con nosotros mismos: observar que no se sabe con certeza qué se quiere, o en qué condiciones, o si sería mejor probar con esto o con aquello, o ya lo haré mañana que ahora mismo no termino de animarme. ¡Y no animarse a intentar algo que a todas luces parece funcionar es para tirarse de los pelos!
Probaremos. A ver.
Si no queréis leer, buscadla en internet y ved cualquiera de sus videos. Yo no, no he probado aún. Lo más maravilloso y horrible de proponerse intentarlo es que nos enfrenta con nosotros mismos: observar que no se sabe con certeza qué se quiere, o en qué condiciones, o si sería mejor probar con esto o con aquello, o ya lo haré mañana que ahora mismo no termino de animarme. ¡Y no animarse a intentar algo que a todas luces parece funcionar es para tirarse de los pelos!
Probaremos. A ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario