En este libro la autora habla de su experiencia personal de autoconocimiento. A través de cuatro simbólicas partes -fuego, tierra, aire y agua- desgrana su aprendizaje vital y explica diversas experiencias personales que le han sido útiles para escucharse, atenderse y centrarse en lo que realmente ella es.
Se trata de un título que transmite muy buena energía, que permite recobrar ilusión por crecer, por prestarse mayor atención en el día a día. Estas páginas se leen con facilidad, vienen surtidas de ejemplos, cuentos y anécdotas y quedará en manos del lector inspirarse o no en las sugerencias que la autora propone e ir más allá de la rutina automática que nuestro entorno tiende a ofrecernos.
Se trata de un título que transmite muy buena energía, que permite recobrar ilusión por crecer, por prestarse mayor atención en el día a día. Estas páginas se leen con facilidad, vienen surtidas de ejemplos, cuentos y anécdotas y quedará en manos del lector inspirarse o no en las sugerencias que la autora propone e ir más allá de la rutina automática que nuestro entorno tiende a ofrecernos.