Título original: United Nations, 2008.
Maggie Smith conoce el funcionamiento de las Naciones Unidas debido a su trabajo en UNICEF durante la década de los setenta. En este libro trata de explicar al lector medio cómo funciona tal mastodonte burocrático, cómo se gestionan sus componentes a lo largo de su labor multinacional y qué aspectos puede ser más necesario renovar.
La autora de este libro admite desde un primer momento que lograr hacer entender todo esto es sumamente difícil, casi imposible. Lo justifica debido a la infinidad de organismos que lo forman, con sus infinitas comisiones, miembros, sistemas de votación, participación económica... Y algunos gráficos explicativos lo dejan patente.
Destacaría aquellas páginas dedicadas a tratar de aclarar, o al menos reflexionar sobre, el modo en que la ONU debe tratar los conflictos armados, los genocidios y otros asuntos terribles y que a menudo suceden dentro de un solo país; es decir, si debe o no inmiscuirse en la soberanía de un territorio o no y de ser que sí, con qué requisitos o en qué casos. También merecen bastante la pena las reflexiones relacionadas con el papel que las organizaciones "de a pie de calle" juegan a la hora de colaborar, y a veces jugar un papel primordial, para y con la ONU, como en el caso de las ONG´s.
En líneas generales, más allá de que es siempre recomendable saber un poquito más de una Organización que, con sus mil aspectos criticables, parece ofrecer un marco valioso difícilmente reemplazable, el libro me ha dejado quizá con más dudas que al principio. Eso no es necesariamente negativo, pero creo que en parte se debe a que, como dije al principio que la autora admitía, explicar la ONU de modo claro e inteligible es prácticamente imposible. Y más en un libro de apenas ciento cincuenta páginas.
En líneas generales, más allá de que es siempre recomendable saber un poquito más de una Organización que, con sus mil aspectos criticables, parece ofrecer un marco valioso difícilmente reemplazable, el libro me ha dejado quizá con más dudas que al principio. Eso no es necesariamente negativo, pero creo que en parte se debe a que, como dije al principio que la autora admitía, explicar la ONU de modo claro e inteligible es prácticamente imposible. Y más en un libro de apenas ciento cincuenta páginas.
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