Título original: A start in life.
Esta novela habla principalmente de unos años de la vida de Ruth Weiss, en concreto de los que, ya cuarentona, ella recuerda con detalle a lo largo de estas páginas. Son principalmente aquellos en los que ella tiene veintitantos, asiste a la vida aburrida de sus padres, adinerados, algo infantiles y con pocas ilusiones, y ella se dedica a observarlos, a leer a Balzac y a plantearse visitar París, publicar libros sobre literatura y quizá tener novio.
No termino de saber muy bien qué opinión dar sobre este libro. Por un lado, está escrito de tal modo que la escritora ha conseguido que lo haya terminado y me haya interesado por la protagonista y los personajes que conoce. Por otro, realmente lo que me ha contado me ha interesado no demasiado. En esencia la novela nos muestra la aburrida vida de Ruth, sus ganas de hacer cosas y lo sosa que en contraste es su realidad. Tiene sin duda mucho mérito narrar su ambiente y sus pensamientos durante doscientas páginas y transmitir lo dicho, pero he estado lejos de sentir fascinación por este ejercicio literario.
No dudo de que alguien con formación literaria profunda pueda dar sólidas razones para tener en buena estima este texto; pero para un lector medio con un cierto gusto pero sin conocimientos particulares, como me considero, se queda como anodina, monótona y lenta.
En cualquier caso, está bien escrita, Brookner puede a lo mejor haber escrito libros más agradables que éste y a lo mejor en otra ocasión me lanzo a leerlos. Lo que sí parece, a juzgar por el prólogo, es que fue una mujer interesante, con personalidad y tremendamente culta.
No termino de saber muy bien qué opinión dar sobre este libro. Por un lado, está escrito de tal modo que la escritora ha conseguido que lo haya terminado y me haya interesado por la protagonista y los personajes que conoce. Por otro, realmente lo que me ha contado me ha interesado no demasiado. En esencia la novela nos muestra la aburrida vida de Ruth, sus ganas de hacer cosas y lo sosa que en contraste es su realidad. Tiene sin duda mucho mérito narrar su ambiente y sus pensamientos durante doscientas páginas y transmitir lo dicho, pero he estado lejos de sentir fascinación por este ejercicio literario.
No dudo de que alguien con formación literaria profunda pueda dar sólidas razones para tener en buena estima este texto; pero para un lector medio con un cierto gusto pero sin conocimientos particulares, como me considero, se queda como anodina, monótona y lenta.
En cualquier caso, está bien escrita, Brookner puede a lo mejor haber escrito libros más agradables que éste y a lo mejor en otra ocasión me lanzo a leerlos. Lo que sí parece, a juzgar por el prólogo, es que fue una mujer interesante, con personalidad y tremendamente culta.
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