"Un profesor de español llega a Marruecos con el vago propósito de concluir una novela. Se instala en Mimoun, un pueblo del Atlas, y allí se cierne sobre él un extraño tejido de relaciones en el que los personajes se mueven, tropiezan y desaparecen como bolas de un billar americano. Francisco, Hassan, Aixa, Rachida o Charpent son para Manuel, el narrador-protagonista, piezas de un rompecabezas en el que se siente cada vez más perdido. Pero es Charpent, un misterioso exiliado, quien, con su proceso autodestructor, le ofrece a Manuel el contrapunto más exacto de su propio destino (...). El Marruecos de Mimoun, visto a ras de suelo, no es en absoluto un marco exótico, sino un espacio mórbido y hostil donde los personajes buscan la fuerza necesaria para seguir viviendo. Escrita en un estilo contenido, más sugerente que indicativo, Mimoun es al mismo tiempo una narración tensa y pasional que no oculta en ningún momento su pretensión catártica."
Éste es el texto que podemos encontrar en la contraportada de la novela y que he copiado tal cual porque me parece acertado. La novela transmite la sensación de estar conociendo un poquito más algo de ese país tan distinto y lo hace mediante pinceladas sutiles más que descripciones explícitas. Una novela de poco más de cien páginas en la que el viaje es, quizá, fundamentalmente interior.
Fue finalista en el Premio Herralde de Novela de 1988.