Creo recordar que adquirí este libro en un aeropuerto, quién sabe si en Islandia, en la escala en Berlín o en la parada de regreso en Londres. Me pareció atractivo que un piloto se molestase en contar con pelos y señales los diferentes aspectos de su profesión: el aprendizaje, la motivación para querer dedicarse a ello, cómo se vive el hecho de dormir en diferentes ciudades del mundo y el consiguiente jet lag, etc.
El libro efectivamente ofrece eso. Quizá no haya acudido a estas páginas en el mejor momento lector, pero el caso es que se me ha hecho tremendamente cuesta arriba. La sensación que tengo es la de que o te chiflan los aviones y volar o la mitad de lo que cuenta te parecerá tedioso y poco interesante. No cabe duda de que no parece dejarse nada por contar, así que en el fondo poco se le puede criticar; ni tampoco estamos ante una novela, por lo que la amenidad es quizá menos exigible. Pero el caso es que me motivaba bien poco conocer innumerables detalles técnicos, reflexiones interminables sobre el aire y sus caprichos por citar un caso... y esperaba quizá un documento más personal, que en parte también lo es cuando, como señalé antes, menciona las relaciones entre los pilotos, éstos y el resto de la tripulación, cómo se planifica el viaje según el tiempo atomosférico, la desubicación que provoca estar aquí y allá en pocas horas, etc.
Al final he sacado ganas para terminarlo con mucha paciencia y por aquello de no desperciar la oportunidad de leer algo en inglés. Y poco más.
Me gusta tu blog. No sé cómo he dado con él pero me alegro :)
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