Título original: The hammer of God.
Soy poco dado a la ciencia-ficción, sea en novela, sea en cine (con las excepciones honrosas de Contact y de Gravity, que recomiendo encarecidamente; la primera de ellas, tras muchos años, me sigue pareciendo una fuente inagotable de ideas para engendrar debate y curiosidad). Quizá de ciento en viento puedo aceptar acercarme al género, como es el caso con esta novela del célebre Clarke.
Me resulta casi imposible explicar su argumento sin adelantar más de la mitad de la narración, cuya principal característica quizá sea el esmerado detalle con que el autor describe la vida humana ya no solamente en la Tierra sino en la Luna y en Marte. Solamente por eso se puede decir que puede valer la pena leerla, ya que –como el propio autor señala antes de comenzar la lectura- lo que cuenta es perfectamente posible o al menos eso parece. Y decía que es difícil no adelantar demasiado porque quizá ése es un pequeño inconveniente, ya que no es hasta pasada casi la mitad del libro cuando la acción comienza, y por eso que no quiera adelantar de qué se trata, aunque no será la primera vez que el lector se tope con ideas similares. De nuevo la narración sencilla y creíble permite disfrutar de los acontecimientos y mantenerse pegado a las páginas para conocer el desenlace. Los personajes, en mi opinión, están dibujados solo hasta cierto punto y lo que cuenta es la descripción de la vida en el siglo XXII y de la inesperada situación que el capitán de una nave, Robert Singh, y algunos científicos deben solventar.
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