jueves, 19 de junio de 2014

Los que aman, odian (Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares).

 
 
Este matrimonio argentino compuesto por dos escritores de renombre dentro de las letras argentinas escribió a cuatro manos la presente novela de misterio, narrada por un médico que decide retirarse a un apartado hotel para escribir. Uno de los personajes que le acompañan en el hotel aparecerá muerto y, como en las novelas del género, él será testigo, junto con los investigadores oficiales, de la pertinente investigación y de los varios sospechosos.
En un primer momento, al menos para un español, el lenguaje resulta muy elaborado, pedante, raro, seguramente debido a la inevitable diferencia del idioma español en España y en Argentina; quizá también a que el libro fue escrito a mediados del siglo XX. Tal elegancia o complicación en el lenguaje me invitó a pensar que me encontraba ante una obra de mayor calado que la típica novela de intriga; sin embargo, al final todo resulta ser una historia sin demasiada chispa, que no despierta el interés del todo, en la que las vueltas y revueltas en cuanto a la identidad del asesino se siguen con poca atención porque los personajes pasan ante el lector con poca definición y en exceso de número.
Es un libro cortito y, si a uno le apetece pasar un rato tratando de averiguar “quién lo hizo”, quizá le entretenga, pero poco debe esperarse. Yo más bien buscaría en otra parte.

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