Título original: A praia dos
afogados.
Este autor gallego escribe la
segunda novela de su personaje el inspector Leo Caldas, que investiga en Vigo
con la ayuda de su tozudo ayudante aragonés, Rafael Estévez. Esta vez se trata
de un cadáver que aparece cerca de Pantxón. El caso, poco a poco, ofrece rasgos
que invitan a pensar que pueda no tratarse de un suicidio como en un principio
se plantea.
Comenté en su momento la primera
novela de esta, quizá, saga, Ojos de agua, y supongo que en esta ocasión vendré
a decir lo mismo: se lee con facilidad, engancha, los personajes principales
(como el inspector, su ayudante, su padre, viejos conocidos, gente del bar al
que suele acudir…) son descritos con cariño y cierta profundidad… y todo ello
consigue que la lectura sea amena. Además, como buena novela de intriga, se
disfruta de varios cientos de páginas de sospecha y misterio y, en definitiva,
deja un buen sabor de boca.
Lectura poco trascendente
bastante recomendable.