lunes, 24 de junio de 2013

Vanidad, vitalidad, virilidad (John Emsley).




Título original: Vanity, vitality and virility.
El autor habla de diversas sustancias que utilizamos con frecuencia: el aluminio, el litio, los hidrocarburos poliméricos para los chicles… y cada sustancia o grupo de sustancias está englobado en un capítulo, que puede ser por ejemplo el de la mente y cómo hacemos para mejorarla o mantenerla (alzheimer, antidepresivos, etc.).
El libro puede ser interesante especialmente a modo de consulta, puesto que trata de acercar al lector al mundo de la química y a relativizar o desmitificar ciertas cuestiones que a menudo nacen del erróneo concepto de que todo lo natural es mejor que lo modificado por el ser humano.
Puede que el libro, efectivamente, contribuya activamente a quitar el miedo un poquito. Sin embargo, ese intento queda empañado por un segundo objetivo del autor: introducir al lector en el mundo de la química. He acabado saturado de leer nombres larguísimos de compuestos, nombres que sólo concibo como entretenimiento para trabalenguas y que no me han ayudado en absoluto a hacerme la química más cercana y atractiva.
Quizá es inevitable que la química sea algo abstrusa e inalcanzable: como digo, salvo a modo de consulta, en líneas generales la lectura se me ha hecho bastante cuesta arriba. 

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