Título original: 白河夜船
Introduciré este libro a través
de una pequeña curiosidad personal. Y es que, como saben quienes me conocen, a
veces me busco compañeros de viaje en el mundo internetiano, de modo que es en
el propio aeropuerto donde veo en persona por primera vez a quien va a estar en
algún país del globo conmigo durante algunos días. Se trata de una idea original,
que funciona más frecuentemente de lo que pueda parecer.
Así me encontré este libro. Mi
compañero de viaje mientras visitaba varias ciudades búlgaras lo andaba leyendo
y una vez lo terminó me lo regaló. Como si estuviese en mi destino que de un modo
tan rocambolesco terminase llegando a mí.
Inicié la lectura entre divertido
(por el despiporrante nombre de la autora) y decepcionado (al descubrir que no
era una sola historia sino tres relatos, lo cual me disgusta per se).
Los tres relatos, Sueño profundo, La noche y los viajeros de
la noche y Una experiencia, tienen protagonistas distintos pero un punto –por
lo menos- en común: encontrarse en un momento vital algo oscuro, con poco
movimiento, y cómo la situación llega a cambiar.
Creo que debo leer una historia
larga de Yoshimoto para terminar de decidir si me atrae su escritura o no, ya
que las narraciones breves no me dejan meterme del todo en lo que leo y me
cuesta ser positivo valorando aquello que no he tenido tiempo de creerme y
vivir. Pero, por decir algo, opino que se trata de unos relatos escritos con
cuidado, con cierto tono personal, suave, elegante y pausado, en los que muchas
cosas suceden en el pensamiento más que en la acción.
Puede valer la pena atreverse con
Sueño profundo, aunque, dicho sea de modo positivo, la desidia que en ocasiones
viven los protagonistas puede hacer realidad en el lector las palabras que dan
título al libro. Se trata, pues, de una lectura que va un poquito más allá del
mero pasar el rato, pero que se lee con facilidad.
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