Título original: My sister lives on the mantelpiece.
La autora se estrena con esta novela, que debe de haberse vendido bastante y vuelto popular. En mi opinión, su encanto reside en que, a la par que nos cuenta el mal estado en que se encuentra una pequeña familia tras haber perdido a una hija en un atentado en Londres, el hermano protagonista se hace amigo de una chica musulmana en su nuevo colegio cuando la madre deja al padre y con éste y su hermana se mudan a Manchester. Y como dicho atentado fue ejecutado por un grupo islámico radical, propone un tema de actualidad: la xenofobia, el englobar a todos dentro del mismo saco. No se trata del único tema de la novela, pero sí que la trama queda enmarcada en él en buena medida, y eso convierte a este texto en recomendable para fomentar la reflexión acerca del modo en que a veces razonamos y vemos a los demás de modos muy mejorables.
Confieso que allá por la página sesenta estuve muy a punto de dejar la novela, pues no me estaba atrayendo mucho lo que se me contaba ni el modo de narrarla. En cierto modo, al lector le parecerá que ya ha leído historias similares y/o en un tono muy parecido. Dado que me parecía acertado tratar el tema antes señalado me animé a darle una nueva oportunidad y, aunque no me parece un libro fascinante ni extraordinario, valoro mucho que se atreva a entrar en temas actuales y, aunque mediante el entretenimiento, haga pensar un poquito. También quiero destacar que contenga los personajes necesarios, no más, para que la trama sea entretenida y los personajes evolucionen en su relación.
Por lo demás, está escrita casi sin diálogos -y éstos, pocos, están insertos en letra cursiva dentro de la narración- y su distribución en capítulos bastante breves facilita que vayamos avanzando sin mucha dificultad por las poco más de doscientas páginas que contiene. Si Pitcher consigue tener nuevas ideas con contenido, es posible que llegue a escribir novelas bastante interesantes.