Publicado hace muchísimos años,
estamos ante un libro que camina entre el sentido común y la autoayuda. Da
hasta cierto corte admitir que se ha leído un libro así, tanto por el tema como
por el tufo a, repito, autoayuda y la colaboración megaactual de Cristina
Almeida, que ni siquiera sé si sigue viva.
Si fuera fan de este tipo de
textos lo admitiría, pero no es el caso. Cayó en mis manos por casualidad y,
como quien se deja llevar por un best-seller fácil de leer, dejé que su
predecible positividad me hiciera recuperar las ganas de leer algo sencillo en
español.
Y bueno, tras esta
pseudojustificación, diré que el libro viene a reivindicar el derecho a tener
el cuerpo que a uno le parezca, sin complejos y sin tampoco actuar
negligentemente respecto a nuestra salud. Se habla también de los medios de
comunicación y su negativa influencia a la hora de propagar modas y modelos,
del poder de las opiniones ajenas (familiares, amigos…) y de la esencia del
amor.
En fin, poco más añadiré. Útil
hasta cierto punto, predecible y tristemente actual a pesar de haber sido
publicado a principios de los noventa.