jueves, 28 de marzo de 2024

Meditación (Brian Weiss)



Título original: Meditation.

Me sorprende que este libro fuese publicado en 2002. Ofrece algunas reflexiones acerca de qué es la meditación y cómo nos puede beneficiar. El caso es que no llega a las cien páginas, con una letra grande y mucha decoración, en la que las ideas que se muestran son bastante elementales y hoy día pueden encontrarse fácilmente por internet en muchos vídeos. Creo simplemente que, debido a la tecnología, este título ha envejecido mal.
Viene acompañado de un cd en el que Weiss guía una meditación. Desconozco si él habla español, pero su manera de hablar resultaba tremendamente guiri y no me quedó claro si estaba leyendo sin entender lo que decía. Y de todos modos, para poner la guinda, mi reproductor decidió que pasados unos minutos comenzaría a leer el cd con interferencias, así que ni siquiera me dio tiempo a concentrarme medianamente. 
Recomiendo, por tanto, no dedicar tiempo a estas páginas. Se trata, sin embargo, de un psiquiatra e hipnoterapeuta que ha escrito célebres libros a los que sugiero con entusiasmo acercarse. 

 

miércoles, 20 de marzo de 2024

La ley del Hueso (Russell Banks)

 



Título original: Rule of the Bone.

Este escritor norteamericano, fallecido en 2023 y a quien desconocía, ha sido traducido a veinte idiomas y algunas de sus novelas han sido exitosamente llevadas al cine. 
Me niego a señalar aquí si este libro que acabo de leer está bien escrito o no. Lo digo porque durante su lectura se ha dado el curioso hecho de que he experimentado a ratos cierta pereza para ponerme a leer (sin que eso tuviese nada que ver con la novela en sí, sino más bien con un momento de motivación lectora intermedia o dubitativa) combinada con otros días en los que, sobre todo superada la mitad del libro, me apetecía seguir adelante porque estaba totalmente enfrascado en la historia. 
El protagonista y narrador es Chappie, un adolescente que vive en una ciudad provinciana de Estados Unidos, que está poco motivado para sacar adelante sus estudios, fuma de todo para evadirse y tiene una situación familiar en casa bastante compleja tanto con su padrastro como con su madre. Nada más comenzar a contar su historia ya advierte de que siente que todo lo que le sucedió fue eso, acontecimientos que le sobrevinieron y respecto a los cuales no siente mayor mérito, o no más del que humildemente desea explicar. 
La manera en que Banks pone en boca de Chappie (que más adelante se hace llamar Hueso) sus vivencias es estupenda, pues le hace expresarse de un modo natural y creíble para alguien de su edad. Nos presenta cómo el chaval hace para sobrevivir, para no dejarse ahogar por su familia, para tener un círculo de amistad en el que sentirse integrado. Las palabras del chico nos mostrarán esa manera tan peculiar de transcurrir el tiempo que se da cuando uno quiere no sufrir, compartir, carece de obligaciones urgentes -ya que no estudia, no trabaja, simplemente trastea con pequeñas ventas de hierba-, y cómo sin quererlo ese entorno relativamente controlado se ve modificado por las circunstancias. Poco a poco cambiarán los escenarios en los que hace su vida, las personas que conoce, y se acercará un poco más a quien verdaderamente es. 
No se trata en absoluto de una historia de crecimiento personal tal como ese calificativo se usa en la actualidad, pero sí que contiene, y de modo protagónico, una evolución casi espiritual de Chappie/Hueso que hace que estas páginas no sean solamente una compilación cronológica de los hechos que conforman su devenir durante esa temporada de la adolescencia. 
Como decía antes, cuando se activaba mi estado poco lector la novela ni me encantaba ni me aburría; cuando retomaba más ganas de leer, me iba agradando progresivamente. Y finalmente, en parte animado por ese crecimiento interior al que se asiste, y por algunos de los estupendos personajes con que se topa y hace amistad, que crean una atmósfera de bondad y de maravillosa camaradería, conseguí entrar plenamente en la vida de Hueso y sentí tener que asumir que, de repente, las páginas se terminaban.