Esta novela me ha interesado más
por cómo está escrita que por lo que me cuenta, que no es ni menos ni más que
el universo familiar y personal de Eulalia, una mujer de cuarenta y pico años
que, como cualquiera de nosotros, tiene su vida, sus circunstancias, su
familia, sus amores y sus problemas.
Conforme avanza la novela se coge
aprecio a algunos de los personajes principales al mismo tiempo que se observa
que casi nada sucede, sin que eso necesariamente sea malo en absoluto, pero facilita
que, como en mi caso, se pueda encontrar al final la historia algo lenta y
etérea.
Está escrita de un modo tal que
se lee relativamente bien, con agudas observaciones y descripciones que merecen
sin duda probar a leer alguna otra novela de esta autora.